sábado, 24 de abril de 2010

Párrafo de mi primera historia

He encontrado por mi casa un borrador.

Es el borrador de una de mis primeras historias.

Era una historia mezcla de aventuras y ciencia-ficción con algo de romance y drama. Me ha producido mucha melancolía encontrarla. Como en todo lo que hago puse mucho empeño, era la primera de una serie de cuatro historias.

Recuerdo cuando creé al personaje principal. Quería que fuese muy especial y me preocupaba mucho poner trasmitir todo lo que quería... su nombre es Naín y siempre será mi personaje favorito.

Voy a poner un trocito para que si alguien lo lee vea como escribía yo al principio de mis comienzos. Tengo que aclarar que se habla de razas creadas por mi, como opalitas, suqs y xamayies... claro, todo sucede en un mundo también creado por mi, tampoco os voy a explicar nada más porque claro... solo voy a poner un trocito, no hace falta saber de que va.

Aqui os dejo la primera escena que escribí, la historia se llamaba "Leyenda I. El topaz" y pertenecía a la saga "Leyendas de Ilh"

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Loki se despertó sobresaltado con la mente confundida entre los sueños y la realidad. Durante unos segundos pensó que todo había sido producto de un delirio, se tocó la frente, si, estaba caliente y se sentía mal, pero aquel olor agrio y aquellos lamentos le devolvieron a la realidad. Tenía fiebre pero no deliraba, aquello era real.

Sentía ganas de llorar. Miró tristemente a su alrededor...todo era como el día anterior, una habitación oscura, con las paredes toscas y sucias, el suelo cubierto de paja y una puerta de barrotes de hierro que era por donde entraba un poco de luz.

“Imbecil, imbecil!” se repetía una y otra vez golpeándose con los puños con un gesto de rabia “cuando entre el opalita” se decía “hablale, dile que no eres un suq y saldrás de aquí”.

No, Loki no era un suq, sin embargo desde hacía unos días estaba siendo tratado como tal ¿y por qué? “porque soy un imbecil” se contestaba rabiosamente.

Cuando fue atrapado por los opalitas no fue capaz de pronunciar ni una sola frase coherente, esto, unido al aspecto que presentaba desaliñado y sucio y a sus características físicas parecidas a los de la raza suq, hizo que sus perseguidores, cazadores de suqs, no dudasen en atraparte y venderle a los propietarios de aquella “tienda de animales” donde se encontraba.

No estaba solo en aquel sitio, había mas suqs en ese cuarto, la mayoría eran jóvenes como él, sobretodo hembras y “cachorros” como los ofrecían los vendedores, niños de muy corta edad, estos eran a los que mejor cuidaban de todos, incluso les daban de comer separados y les bañaban a menudo. Pero entre todos había uno que destacaba y llamaba la atención de Loki, le tenían separado de los demás dentro de una especie de jaula solo para él, cuando los sacaban al patio, un gran agujero en la tierra donde al menos les daba el aire y podían andar para que los compradores pudieran verlos bien, siempre le maniataban las manos a la espalda y le enganchaban a una cadena que había clavada con un hierro en una de las paredes.

Realmente a Loki le impresionaba, era alto, muy alto, por lo que Loki había observado los suqs eran de talla mas bien tirando a baja pero este no, era bastante alto, tan alto como los opalitas y se le veía fuerte, delgado pero con los músculos desarrollados. Por lo demás era igual que el resto, piel blanca, pelo y ojos claros... igual que Loki.

Un opalita abrió la puerta que los llevaba al patio. Loki se incorporó dispuesto a hablar pero las piernas se le doblaron y cayó de nuevo...se encontraba muy debil...los demás suqs se apresuraron a salir y el opalita entró acercándose hasta él, le sujetó del brazo y le intentó levantar, debió darse cuenta de su debilidad porque le soltó y dejándole allí, solo con el suq enjaulado, se marchó.

Los opalitas no se parecían en nada a los monstruos de los que hablaban los ancianos, no eran gigantes deformes llenos de garras y cuernos y demás cosas asquerosas, no, en realidad parecían personas normales, eran bastante altos pero no se podía decir que fueran gigantes, no tenían cuernos, al menos Loki no se los veía, eso sí las uñas, aun sin ser garras, eran negras y sus labios eran tambien negros, como sus cabellos e incluso algunos tenían la piel bastante oscura, pero por lo demás, sus rasgos eran totalmente humanos, de no ser por esos detalles no se diferenciaban de él mismo o de los suqs.

- Xamayí – pronunció inesperadamente el suq enjaulado

Loki le miró asombrado.

- Tú eres un maldito xamayí – volvió a decir despectivamente el suq

Loki no salía de su asombro, se suponía que los suqs no hablaban, por lo menos él no había oído ni una sola palabra, al menos coherente, en todo el tiempo que llevaba allí, solo gemidos y gruñidos.

- Tu... - balbuceó asustado – ¿hablas?
- Yo hablo y tu me entiendes...no eres un suq, ¡xamayí!
- No...no soy un suq
- ¿Y qué haces aquí, xamayí?
- ¿Qué es un xamayí?

El suq le miró con curiosidad.

- ¿No eres un xamayí?

La entrada de dos opalitas acabó con la conversación. Uno de ellos, una mujer, se acercó a Loki y puso su mano en la frente, después sacó una botella pequeña de un bolso de cuero que llevaba colgado, el segundo opalita agarró fuertemente a Loki, este se asustó y trató de oponer resistencia pero la opalita le sujetó la cara obligándole a abrir la boca e introduciendo la botella en ella. Loki, asustado, tragó aquel brebaje algo amargo sin resistencia. La opalita le miró con tolerancia.

- Bien hecho chico – habló amablemente – esto te mejorará

Sin mas, los dos opalitas se marcharon. Loki miró al suq, era la primera vez que se atrevía a mirarle fija y directamente, sabía que el suq le había estado observando desde que llegó, quizás por eso le causaba tanta impresión, incluso le molestaba ser observado por él, por esa razón, supuso Loki, el suq había descubierto que no era de su raza.

- Te aliviará... te han dado una medicina, normalmente no dejan que sus animales enfermen...no se venden bien si están enfermos
- No sabía que los suqs hablarais.
- Si bueno... no lo sabe mucha gente, la verdad es que tenemos nuestro propio idioma... pero dime, si no eres ni suq, ni xamayí ¿qué eres?
- ¿Por qué no nos sacan hoy al patio?
- A ti porque estas enfermo.
- ¿Y a ti?
- Seguramente porque hay algún comprador interesado y me querrá ver de cerca.
- ¿Y no te asusta que te vendan?
- Si el vendedor no me interesa le asustaré... estos opalitas se asustan enseguida ante un suq violento y si tengo suerte y es quien espero... quizás pueda sacarte de aquí a ti también
- ¿A mi?
- Si te fías de mí y mantienes la boca cerrada.

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